Cirugía Ortognática
¿Qué es la Cirugía Ortognática?
En múltiples ocasiones, la ortodoncia no es suficiente para situar los dientes en una oclusión estable ni puede lograr una cara con unas proporciones agradables.
La cirugía Ortognática es la subespecialidad quirúrgica que coloca los huesos de la cara en una posición óptima para masticar y lograr una cara armónica y bonita. La cirugía ortognática es la cirugía que realiza una modificación espacial de los huesos de la cara.
Las alteraciones dentoesqueléticas más frecuentes en ortodoncia, susceptibles de ser tratadas con movimientos ortodóncicos asociados a cirugía ortognática son:
Mandíbulas cortas: retrognatismos.
En los retrognatismos la mandíbula es más corta de delante a atrás en relación con el maxilar superior, y la parte más inferior de la cara está “tirada hacia atrás” –perfil retrognático-. Al revisar el encaje de las arcadas se observa que los dientes del frente incisivo superior están muy adelantados. En la terminología dental también se conoce como Clase II esquelética. Podemos encontrar dos tipos: Clase II, división 1 y Clase II, división 2.
Con el paciente de perfil se aprecia mejor como la mandíbula está retrasada con respecto al maxilar y, al adelantar voluntariamente la mandíbula, observamos como esta situación se normaliza. Video
Mandíbulas largas: prognatismos
Al igual que los retrognatismos mandibulares, también se trata de una discrepancia anteroposterior entre ambos maxilares. En esta disarmonía, no obstante, ambos maxilares suelen estar en falta, aunque en proporciones variables: el superior es deficiente –deficiencia maxilar- y el inferior excesivo –prognatismo mandibular-, y su tratamiento quirúrgico comportará adelantar el maxilar superior solamente, o adelantar el maxilar superior y retrasar la mandíbula, dependiendo del caso. En la terminología dental también se denomina Clase III esquelética. Video
Mordidas abiertas
La mordida abierta en ortodoncia se puede clasificar en tres tipos:
1. Mordida abierta anterior – no hay solapamiento entre los dientes frontales opuestos cuando los dientes están mordiendo a la vez.
2. Mordida abierta posterior – no hay espacio entre los dientes posteriores opuestos cuando los dientes están mordiendo a la vez.
3. Sobremordida incompleta – los dientes frontales inferiores no tocan con los dientes frontales superiores o con los tejidos blandos interiores de la boca cuando los dientes están mordiendo a la vez.
Asimetrías
La asimetria facial aparece cuando el rostro no es simétrico o equilibrado. En realidad, la gran mayoría de las personas tiene el rostro asimétrico, pero un grado muy bajo por lo que no es notable. Pero, en algunas ocasiones esa asimetría facial puede ser evidente. Se diagnostican por estudio clínico, fotografías y radiografías frontales del paciente. Video.
Compresión transversal del maxilar (maxilar estrecho)
Se habla de mordida cruzada posterior cuando son las cúspides vestibulares de los premolares y molares superiores las que ocluyen en las fosas de los premolares y molares inferiores. Los dientes inferiores desbordan lateralmente a los superiores. También se le conoce como oclusión cruzada posterior lingual. En las mordidas en tijera bilaterales, que se conoce también por el síndrome de Brodie, el maxilar superior cubre completamente al inferior, como si fuera un zapato al pie, ya que debido a la falta de contactos oclusales hay una supraerupción de todos los dientes posteriores. La mandíbula, en estos casos, suele ser micrognática y el enfoque terapéutico más aconsejable es el quirúrgico. Video Sarpe.
SABER MÁS
Pocos pacientes saben que tiene una deformidad que debe intervenirse quirúrgicamente para corregirse.
La mayoría acuden al especialista porque se observan una alteración muy evidente que les modifica su aspecto facial respecto de la “norma” como las asimetrías faciales o en los grandes prognatismos (mandíbulas muy prominentes).
En esta primera consulta se le explica que esta deformidad es susceptible de cirugía ortognática.
Con carácter general, debemos esperar a que el crecimiento esté finalizado para realizar la intervención quirúrgica.
En mujeres, la cirugía puede practicarse generalmente a partir de los 18 años. En el caso de los hombres, se realiza a partir de los 21 años ya que su crecimiento termina más tarde.
Los riesgos y las contraindicaciones son comunes a los de cualquier otra cirugía: personas con enfermedades sistémicas graves, problemas respiratorios o circulatoriosseveros etc.
Sin embargo, el anestesista y cirujano valoraran conjuntamente el estado de cada paciente en concreto así como el grado de gravedad de la enfermedad que padezca.
No es una cirugía que conlleva dolor. Hay una etapa inicial incómoda, con disminución de sensibilidad facial generalizada y una inflamación importante que dificulta el comer y que requiere cuidados especiales en el domicilio que se enfocan principalmente a la alimentación y a la disminución del cuadro inflamatorio.
El paciente permanecerá de baja médica entre semanas y un mes con reposo enfocado a no realizar actividades deportivas exigentes. La hospitalización suele ser entre uno y tres días. Las cicatrices son siempre intraorales. El paciente saldrá sin cierre de los dientes pudiendo llevar unos elásticos que guien la mandíbula a ir a su nueva posición.
En las malformaciones faciales, los dientes de la arcada del maxilar y de la mandíbula no suelen coincidir y se suelen encuentrar “apiñados”. El papel del ortodoncista es fundamental para para alinear los dientes y prepararlos para la intervención quirúrgica.
El resultado de la combinación de tratamientos, ortodoncia y cirugía ortognática, es recuperar el equilibrio de la oclusión dental logrando la armonía facial. Normalmente la ortodoncia se realiza antes de la cirugía, aunque actualmente, en casos seleccionados, se puede realizar la cirugía primero (Surgery first).
Eso dependerá de la complejidad del procedimiento y el tipo de problema que tenga. La ortodoncia postquirúrgica va dirigida a terminar de realizar una oclusión estable entre ambas arcadas dentales para minimizar la posibilidad de recidiva.
Habitualmente es alrededor de 6 meses postcirugía, aunque depende de la dificultad del caso y del postoperatorio del paciente y va encaminada a la excelencia en el resultado final.